De origen medieval, esta denominación de origen nace como licencia a determinadas jurisdicciones para producir vino en la zona de Toledo, a cambio de llevar o haber llevado a cabo la repoblación de tierras durante la reconquista. El momento culminante de estos vinos en la historia moderna tiene lugar en el reinado de los Austrias, que fueron buenos consumidores del vino de esta zona. Sin embargo, la DO como tal no se oficializa hasta 1976.
De clima continental, de veranos calurosos e inviernos fríos, los suelos de este viñedo se diferencias claramente en dos zonas: norte y sur. La zona norte, más reducida, es una zona de monte, rodeada de encinas y enebros, cuyos suelos silicios, calcáreos, en zonas graníticas con presencia de cuarzo, dan lugar a vinos muy frescos y florales. La zona Sur, en cambio, proviene del antiguo cultivo del cereal, y son suelos pobres en calcio, arenosos, ácidos, que dan lugar a vinos finos, suaves y aromáticos.
La variedad de uva por antonomasia es la Garnacha, aunque en los últimos tiempos se han introducido otras variedades como el Tempranillo, Merlot, Syrah o Cabernet.
En esta ruta, encontrarás barricas centenarias ubicadas en sótanos y cuevas naturales.