La Ruta del Vino la Manchuela abarca las provincias de Albacete y Cuenca con siete y tres bodegas respectivamente. De las ocho localidades del vino que hay en la ruta, Fuentealbilla es uno de los destinos enoturísticos más destacados.
Es Manchuela una denominación relativamente joven, aunque en esta zona siempre ha habido una gran tradición vitivinícola. Levantada entre los ríos Júcar y Cabriel, en sus comienzos, el vino que se producía era vino de granel o vino destinado a la mezcla. Muchas de las tierras de Manchuela son policultivos, y en ellas, el viñedo convive con cereales, olivos, frutales y pinos. Esto ya lo hemos visto en otras zonas, como por ejemplo, en Lérida o Lleida, con la DO Costers del Segre o también en la ruta de Gran Canaria. El viñedo de Manchuela está influido por un clima continental, de vientos húmedos, procedentes del Levante, y el sistema de cultivo más común es en vaso. En cuanto a la uva más extendida, tenemos que nombrar a la Cenzibel, que no es solo aquí donde se cultiva de forma más frecuente, sino que también se hace así en toda Castilla la Mancha. Ahora bien, si te preguntan cuál es la uva autóctona de la zona, debes decir que no es la Cenzibel, sino la uva Bobal, que es la marca de la casa. Esta uva da como resultado vinos de supremos taninos y una acidez más que aceptable. Normalmente, se suele considerar que es un tipo de uva adecuada para los rosados. Por último, como detalle curioso, destacaremos que aquí, como en otras zonas, la creación de vino se remonta a mucho tiempo atrás, que dicha tradición ha sido muy artesanal y doméstica, y transmitida de padres a hijos a través de generaciones, y prueba de ello son las numerosas casas de la zona que tienen vino guardado en cuevas domésticas.
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