El «desayuno payés,» también conocido como «desayuno campesino» o «desayuno de payés,» es un desayuno tradicional que se consume en algunas regiones de España, especialmente en Cataluña y las Islas Baleares. Este desayuno se caracteriza por ser sencillo, abundante y típicamente se sirve en entornos rurales. Aunque puede variar en algunos detalles según la región y las preferencias personales, generalmente consta de los siguientes elementos:
- Pan Payés: El pan payés es una variedad de pan tradicional en España que se caracteriza por su corteza crujiente y su miga densa y sabrosa. Por lo general, se sirve en rebanadas o trozos.
- Tomate: Se suele frotar un tomate maduro partido por la mitad sobre el pan tostado o sin tostar. El tomate se presiona contra el pan, lo que permite que sus jugos impregnen la miga, agregando un sabor refrescante y jugoso.
- Aceite de Oliva: Después de frotar el tomate, se rocía generosamente aceite de oliva virgen extra sobre el pan. El aceite de oliva aporta un rico sabor y un toque de untuosidad.
- Ajo (Opcional): Algunas personas prefieren frotar un diente de ajo crudo sobre el pan antes de agregar el tomate y el aceite. Esto le da al desayuno un sabor más robusto y un toque de ajo.
- Sal: Se añade un toque de sal marina al gusto para realzar los sabores.
- Jamón Ibérico (Opcional): En algunas ocasiones, se puede acompañar el desayuno payés con lonchas finas de jamón ibérico o jamón serrano. El jamón añade un componente salado y sabroso al desayuno.
- Queso (Opcional): En algunas variaciones, se sirve con queso, como queso manchego o queso de cabra, que aporta cremosidad y un sabor único.
El desayuno payés es apreciado por su simplicidad y la calidad de sus ingredientes básicos. Se suele disfrutar con una taza de café, té o zumo de naranja. Además de ser un desayuno delicioso, es un reflejo de la gastronomía mediterránea y la utilización de ingredientes frescos y locales.
Este desayuno es una experiencia culinaria auténtica que te transporta a la cultura y los sabores de la vida rural en España. Si tienes la oportunidad de probarlo en tu visita a Cataluña o las Islas Baleares, es una experiencia que vale la pena disfrutar.
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