La ruta del vino de Gran Canaria ofrece una experiencia enoturística única en un entorno de paisajes volcánicos y terrazas cultivadas. La Denominación de Origen Protegida (DOP) Gran Canaria abarca varias zonas vinícolas, como Monte Lentiscal y Valle de Agaete, donde se cultivan variedades autóctonas como la Listán Negro y la Malvasía.
Durante la ruta, los visitantes pueden disfrutar de visitas guiadas a bodegas históricas y modernas, explorando viñedos enclavados en colinas y terrenos escarpados. Las bodegas suelen ofrecer catas de vino, donde se destacan los vinos tintos y blancos de la región, conocidos por su carácter único y sabores intensos.
Además, la ruta del vino de Gran Canaria incluye experiencias gastronómicas que combinan perfectamente con los vinos locales, como quesos artesanales y platos tradicionales canarios como el mojo verde y las papas arrugadas. Estas experiencias permiten a los visitantes sumergirse en la cultura vinícola de la isla y disfrutar de su rica historia y tradiciones culinarias.
